AGRODRONES. los vigías de los cultivos
El uso de aeronaves no tripuladas es una de las tecnologías de la agricultura de precisión, junto con las imágenes que obtienen los satélites, los sensores planta-clima-suelo y los ya muy extendidos sistemas de navegación GPS. Aunque su uso aún no está muy extendido, los agrodrones se convierten en el ojo que todo lo ve en las explotaciones agrícolas, aportando datos al productor que le permitan optar por soluciones para mejorar la eficiencia de los cultivos. La calidad de las imágenes y su inmediatez son sus principales ventajas. Los vuelos aportan información sobre el desarrollo del cultivo, permite un uso más eficiente de los medios de producción al facilitar la toma de decisiones.

El futuro del campo vuela sin piloto, pero aún le costará implantarse. Así, la agricultura se perfila como uno de los sectores en los que más rendimiento se puede conseguir de naves no tripuladas —agrodrones—, auténticas Se convierten en un inspector de los cultivos «desde sus fases iniciales» y durante todo su desarrollo, explica desde Babia Ingeniería —empresa leonesa que tramita su licencia de operador— Miguel Bernardo, que ve en los drones una «nueva tecnología que hay que conocer y manejar para no quedarse atrás».
Los agrodrones permiten conocer la necesidad de agua del cultivo, su desarrollo vegetativo y su estado sanitario, con el fin de aplicar riegos, fertilizaciones o tratamientos sanitarios en los puntos de las parcelas que lo necesiten y en el momento más adecuado. Contribuyen así a un uso más eficiente de los factores productivos.

Sensores térmicos permiten determinar el estrés hídrico de un cultivo y aplicar la cantidad más adecuada de agua. En el uso de herbicidas, hace posible los tratamientos localizados y una aplicación de fertilizantes en las zonas donde las plantas los necesitan. También facilita la detección temprana de enfermedades y plagas —posibilita su detección en estados tempranos y cuando aún está localizada en focos—. Además, permite el seguir la evolución del tratamiento. Otros usos son la obtención de imágenes multiespectrales para el obtener indicadores de la calidad de los cultivos y el conteo de plantas. Se configura como apoyo en la elaboración de inventarios de cultivos, el control de subvenciones y en la peritación de daños.
